“Hay gente que está soñando para escapar de la realidad, necesitamos soñar todos para crear la nueva realidad y hacerla”
“Lo que necesitamos es que lo bueno para todos sea barato, y ahí hemos tenemos un error fundamental en todo el diseño de nuestra economía”
Gunter Pauli es un economista y emprendedor belga, creador del concepto de “Economía Azul” y activista por una concepción sostenible de los recursos del planeta. En los años 90, creó una empresa de cero emisiones, que no generaba ningún desecho. Producían detergente. La fábrica estaba hecha de madera, en el techo sembraban flores, los trabajadores iban en bicicleta y todos los coches funcionaban con biodiesel… eran unos pioneros de la sostenibilidad, pero su producción dependía del aceite de palma. Como el mismo Gunter cuenta, “Me di cuenta de que mi fábrica “verde” estaba destruyendo el bosque tropical en Indonesia, y me di cuenta de que no se puede ser un gurú en Europa cuando estás destruyendo bosques en Indonesia. Eso fue lo que me pegó. Tenemos que pensar, reiniciar, reenfocar nuestras industrias para que realmente contribuyamos a todo lo que necesitamos en nuestra tierra, asegurando que la naturaleza garantice su sistema evolutivo, porque si no tenemos naturaleza, no tenemos más vida.”
A la hora de explicar en qué consiste ese nuevo concepto socio-económico que ha desarrollado lo tiene claro, “la Economía Azul es una mejora fundamental, no solo alternativa. Nosotros tenemos que hacerlo mucho mejor, porque cuando los productos verdes que son “los buenos” para la naturaleza, “lo bueno para el consumidor” son mucho más costosos, en ese caso no tenemos una economía para todos, ¡es una economía para los ricos! Lo que necesitamos es que lo bueno para todos sea barato, y ahí hemos tenemos un error fundamental en todo el diseño de nuestra economía (…) En la Economía Azul aprovechamos lo que localmente está disponible, generamos mucho más valor, y nosotros ponemos en primer lugar las necesidades básicas de todo el mundo con lo que tenemos. Si yo tomo un café a la mañana y los restos del café me sirven para cultivar un hongo, cuando cultivo el hongo tengo un substrato residual que me sirve como alimento para la gallina, ¡tengo ya tres alimentos en uno! ¿Por qué tengo que comprar un alimento para la gallina? Si ya tengo que importar café, que por lo menos los restos que me sirvan para algo! Si tomé café orgánico, tendré hongos orgánicos, tendré alimentos orgánicos. En este caso tengo 3 ingresos, 3 oportunidades de empleo, y todo será más barato.”
Hoy en día proliferan términos como Economía solidaria, Economía alternativa, Economía Verde, Sostenibilidad… ¿Fue la economía azul precursora de todos ellos? ¿en qué se diferencia?
Hay tantas marcas hoy en día…para mí lo más importante es el enfoque. El marco dentro del cual operamos no es producir más de lo mismo en más grandes producciones y siempre más barato. El objetivo es generar valor agregado en primer lugar. Utilizar todo lo que tenemos. A lo mejor lo compostamos (los restos del café) y no genera ingresos, pero si cultivamos hongos tenemos ingresos… Actualmente tenemos 5000 fincas en el mundo entero que cultivan hongos en desechos de café, y tenemos otros 25.000 que utilizan residuos para la agricultura, para el cultivo de hongos que son una proteína sin grasa, sin colesterol… esto nos permite tener algo saludable, de muy buena calidad con un precio bajo.
¿Qué oportunidades ofrece la Economía Azul para generar empleo?
Mira, un ejemplo. Cuando tenemos el desecho de la cáscara de un cítrico, la tiramos. Pero con siete cucharadas de azúcar, un litro de agua y un kilo de cáscaras dentro de una semana tenemos un litro de detergente. Después tenemos un extraordinario compost, que es aún mejor si es orgánico… Esta es un poco la lógica que necesitamos en una pequeña escala como el hogar, o en una gran escala a nivel industrial. Hoy en día tenemos un millón de toneladas de papel piedra donde recuperamos todos los desechos de las piedras, de la mina o de la construcción….. y esos desechos los convertimos en un papel, que no requiere ni tumbar un árbol ni utilizar agua. Es decir, es la mitad del costo de un papel de hoy, que requiere que tumbemos bosques, y genéticamente manipulemos la celulosa.
Pienso que es importante que hagamos un inventario de todas esas oportunidades (…) y a la misma vez generemos empleo. Hemos olvidado que necesitamos generar empleo, porque el cáncer de la sociedad es una juventud sin trabajo.
¿Y algún proyecto concreto donde se esté aplicando?
Como te decía, el papel piedra que procede de los residuos de las canteras, la industria minera y la construcción. Tenemos un millón de toneladas en producción, cuatro fábricas en China, estamos poniendo una fábrica en Argentina, una fábrica en Sudáfrica… tenemos el plan de desarrollo de sustituir el 25% del mercado mundial. Tenemos que subsistir porque no podemos seguir tumbando árboles para hacer un papel que utilizamos dos o tres veces… ¡este papel de piedra es un papel que se recicla para siempre, no se puede destruir! Estos son los nuevos productos que tenemos que inventar, desarrollar y consumir porque cambian nuestra manera de producción, pero también nuestra manera de consumo.
Usted vaticinó hace años el fin de la globalización, ¿cree que estamos en ello?
¿Cómo podemos tener una economía donde podemos tener lo que queramos cuando queramos? Es la lógica que nos han enseñado y que nos lleva a la pobreza, a los excedentes de emisiones que dañan el clima… ¡es una lógica que no vale más! Tenemos, no que hacerle la gran crítica a la globalización, pero sí tomar conciencia de la debilidad. Solamente hablando de la eficiencia que tenemos con una economía mucho más local, vamos a poder tener la oportunidad de responder a las necesidades básicas.
Entonces, ¿cuáles son las dificultades a las que nos enfrentamos?
El primer problema es la ignorancia, la gente no sabe… Estamos tan bombardeados con los problemas de la tierra, que hemos perdido de vista las oportunidades que están allí, listas. Cuando hago un inventario de las oportunidades evidentes la gente se sorprende… ¡lo que pasa es que no se ven! Cuando se piensa en mar, automáticamente pensamos en sobrepesca. Yo pienso en algas marinas que pueden regenerar la pesca, ¡hay que pensar en positivo! Si no sabes que es posible hacer un papel con una piedra, seguirás tumbando árboles, pero cuando te das cuenta de que supone la mitad de precio, de que no consume recursos y de que dura para siempre…. este producto tomará el mercado mundial.
El segundo problema es que estamos en manos de los MBA, que solo hacen un análisis de un producto con un rendimiento o una ganancia. Por favor, ¡la vida es más que plata! Todo el montaje para ganar dinero hoy en día está en manos de personas que hacen abstracción de la vida, de la comunidad o la naturaleza…nosotros necesitamos poner al frente de estos proyectos a gente que estén inspirada para encontrar soluciones prácticas con lo que tengan.
Ha conseguido el apoyo del Club de Roma y el Club de Budapest. ¿Qué proyectos concretos hay en la agenda de estas instituciones para apoyar la Economía Azul?
Estos son grupos de reflexión, no son agentes de implementación. Mi libro “La Economía Azul” está en 40 idiomas, tenemos una acogida muy fuerte en muchos países, con proyectos extraordinarios, ¡apenas tenemos 20 años de acción y ya tenemos un impacto concreto! Lo que hay que tener en primer lugar es una conciencia en nuestros políticos, empresarios y en nuestra juventud de que sí es posible, y de que no es tan complicado.
¿Qué perspectivas de futuro tiene la Economía Azul?
Hoy en día somos chiquitos, hacemos muchas buenas iniciativas pero somos muy pequeños… ¡lo que hay que hacer es implementarlo! Hay un dicho alemán que dice “hacerlo es la ciencia”, y lamentablemente hemos encerrado a los científicos en laboratorios, a los empresarios en edificios…
¿dónde está el ciudadano? Tiene la oportunidad y responsabilidad de cambiar la lógica, y en primer lugar la suya, ser capaz y hacerlo. La clave está en la forma de pensar positiva en las crisis, todo puede ser mejor. Cuando pasamos de la distinción bueno-malo, lo mío-lo tuyo y nos enfocamos en hacerlo juntos, vamos a lograr avanzar mucho mejor, ¡esa es la economía de futuro! Lo más importante es democratizar la economía, que no sean dos o tres multinacionales que dominan el mundo.
“Hay gente que está soñando para escapar de la realidad, necesitamos soñar todos para crear la nueva realidad y hacerla”.
Publicado en:
Comentarios
Publicar un comentario