El pasado 6 de diciembre pude intervenir en el programa de La Sexta TV "MÁS VALE TARDE" para hablar del consumo de agua, su derroche, la cantidad de agua que se necesita para cosas cotidianas como la carne, una botella de agua, algodón, césped e incluso un desayuno.
Pudimos hablar sobre este tema y las alternativas sencillas que se pueden realizar para reducir nuestra huella hídrica. Puedes verlo pinchando en la imagen o AQUÍ
La mayor parte del agua del mundo es
salada, un 97,5%, y el restante 2,5% es obviamente agua dulce. De esa pequeña
cantidad, el 1,6% está congelado, o sea que se encuentra en glaciares y casquetes polares. La mayor parte del 0,9% restante se
encuentra en el suelo en forma de humedad o en lugares que no permiten su
explotación. Solamente el 0,007% es el agua que vemos en los ríos y que baja de las montañas y que nosotros consumimos.
Este sinsentido es muy proporcional y
adecuado para valorar el tremendo desgaste que hacemos en el planeta, un
conjunto de recursos finitos que agotamos y/o contaminamos como si fuesen
infinitos. Desde la física y las matemáticas más elementales esta “ecuación” es
errónea.
Nos encontramos en el plano del
anáilsis local, en lo más cercano; en nosotros mismos. Sigamos con el agua:
El agua que gastamos no es solamente la
que consumimos en ducharnos, lavar la ropa, preparar los alimentos o beber
directamente. Casi todo lo que consumimos (bienes, productos y servicios)
requieren de agua para su producción… de bastante agua.
La “huella hídrica” es un término que
se refiere al volumen total de agua dulce usada para fabricar los productos o
servicios que consumimos, es decir, un indicador que nos dirá cuánta agua se ha
usado en todo el proceso de fabricación de un producto, por ejemplo para hacer
una barra de pan necesitas trigo y ese trigo necesitamos agua para crecer y
todos los procesos consecutivos hasta que esa barra está en nuestra mesa lleva
aparejados una huella hídrica. En este sentido se calcula que cada persona
consumimos una media de unos 1.240 m3 de “agua virtual” al año, o lo que es lo
mismo, 3.400 litros diarios.
Para terminar de deprimirnos, le pongo
el último ejemplo: Supongamos que en el desayuno de esta mañana tomó una
tostada, un café y un zumo. El total del agua dulce consumida para el desayuno
ha sido de 410 litros (tostada (100 Litros), café (140 Litros) y Zumo (170 Litros).
Ya dejo de deprimir con ejemplos, no
sin antes indicarle que el alimento de consumo diario que más agua necesita es
la carne. Para producir un kilo de carne de vacuno se se gastan 15.400 litros
de agua. El cerdo y el pollo no se quedan cortos, 6.000 (l/kg) y 4.300 (l/kg),
respectivamente. Con nuestro modelo de alimentación tambien ayudamos o
perjudicamos al planeta.
Finalmente, adjunto un breve documento gráfico (descargable) donde puedes ver algunos de estos datos (pincha en la imagen para descargarlo o AQUÍ):
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