Pie de foto (izquirda a derecha); la periodista Mara Torre;la directora del Centro de Diversidad del IE Business School y autora del libro La gestión de la diversidad en la organización global, Celia de Anca; el conferenciante, Fons Trompenaars; el vicepresidente ejecutivo de Fundación Telefónica, Javier Nadal; y el profesor de la Universidad de la Coruña y responsable de la cátedra de Economía Digital de la EOI, Juan Freire.
En el marco de “Los debates abiertos de Fundación Telefónica”, ciclo de conferencias sobre el impacto de las TIC en la sociedad
- Trompenaars ha hablado en Fundación Telefónica sobre el inmenso valor que encierra la diversidad y de qué modo puede aprovecharse, tanto en lo personal como en los entornos empresariales donde de la sostenibilidad, el éxito a largo plazo o el cuidado medioambiental van de la mano
- La única manera posible de liderazgo empresarial y social parte de reconocer y reconciliar los dilemas: según el experto, todavía no hemos creado un grupo de líderes que, como Nelson Mandela, hayan abordado en condiciones la diversidad
- Las empresas deben combinar la creatividad individual con la cooperación de sus equipos en un modelo de “co-competición” que recompense a los equipos por su creatividad y a los individuos por su trabajo en equipo
- Para Trompenaars, la innovación entre culturas crece en los puntos de encuentro y no en la bipolaridad y en la falta de atención a una realidad social cada vez más múltiple, parte de los motivos que nos han llevado a la crisis
- Posteriormente, se abrió un debate que también fue seguido con participaciones a través de Twitter, con el responsable de la cátedra de Economía Digital de la EOI, Juan Freire, y la directora del Centro de Diversidad del IE Business School, Celia de Anca
En el marco del ciclo de conferencias “Los debates abiertos de Fundación Telefónica”, el neerlandés Fons Trompenaars, experto en comunicación intercultural y liderazgo, ha hablado sobre el inmenso valor que encierra la diversidad y de qué modo puede aprovecharse, tanto en lo personal como en los entornos empresariales de innovación que tienen en cuenta la realidad multicultural.
Un mundo diverso es un mundo más rico y más preparado para comprender el futuro, pero también más complejo y difícil de gestionar. Para Trompenaars, “la empresa debe reflejar el entorno; de lo contrario, estamos condenados a desaparecer, según las leyes de la termodinámica”; hay que saber, en definitiva, “qué espacios se comparten y mantener el liderazgo” junto a otros valores como la sostenibilidad, el éxito a largo plazo o el cuidado medioambiental van de la mano.
Con respecto al liderazgo, los estudios norteamericanos se refirieron a él hace cinco años en términos de valor y de trabajo en equipo y ahora hablan de un liderazgo basado en la prudencia y la creatividad. En Francia, por el contrario, hablan de un liderazgo que depende de otros factores, como el pueblo de origen del líder, sus contactos o su educación, etc. Según el autor de Innovating in a Global Crisis, la única manera de liderazgo es reconocer y reconciliar los dilemas y admitir que los innovadores son en gran parte extranjeros (en Silicon Valley, por ejemplo, donde trabajan muchos chinos e indios). Precisamente la ventaja de esta diversidad es la que conduce a que la sociedad y las empresas sean más innovadoras, las que muestran los distintos ángulos multiculturales que hay que conectar, ya que todos los seres humanos tenemos los mismos valores: es la cultura la que les da distinta forma. Los valores no se pueden ir añadiendo sin rediseñarlos: no se puede admitir un proceso meramente aditivo.
Los grandes líderes, para el experto neerlandés, combinan valores que no son fáciles de reunir ni conciliar: “muchas empresas sólo atienden a la realidad multicultural de sus trabajadores celebrando seminarios interculturales, en los que si existen los estereotipos, se agrandan todavía más”. Trompenaars afirma que los verdaderos líderes son precisamente aquellos que saben reconciliar los dilemas e integrar los opuestos y consiguen así aumentar la competitividad de su empresa. En este sentido, la cultura no es otra cosa que la manera en que cada sociedad aborda sus dilemas con respecto a las relaciones humanas, el tiempo y la naturaleza. La cultura es, al final, la que determina la manera de resolver el dilema.
El universalismo de la diversidad es contrario al particularismo; la flexibilidad de la diversidad necesita de excepciones para poder mejorar las reglas y hacerlas de aplicación global. Hace falta ir hacia la multiculturalidad, tomar las buenas prácticas de cada realidad local y globalizarlas. Las empresas deben combinar la creatividad individual con la cooperación de sus equipos en un modelo de “co-competición” que recompense a los equipos por su creatividad y a los individuos por su trabajo en equipo, porque el arte de la diversidad no es otra cosa que reconocer que hace falta tanto la individualidad como la cooperación. Si la empresa sólo atiende al valor monetario, el dilema y los retos desaparecerán y las ideas dejarán de ser algo tangible que produzcan riqueza y diversidad.
Fons Trompenaars es director ejecutivo de una consultora de gestión intercultural y autor de cinco libros sobre el tema –Riding the Waves of Culture, Seven Cultures of Capitalism, Building Cross-Cultural Competence, 21 Leaders for the 21st Century y el mencionado Innovating in a Global Crisis–. Trompenaars está considerado uno de los mejores pensadores en este campo y ha desarrollado un modelo teórico de cultura con siete dimensiones que atañen a los modos como los seres humanos se relacionan unos con otros, las diferentes formas que tienen las sociedades de entender el tiempo y la actitud de la cultura hacia el entorno. Estudió Ciencias Económicas en la Free University of Amsterdam y en la Wharton School de la University of Pennsylvania.
Posteriormente, se abrió un debate moderado por la periodista Mara Torres con el profesor de la Universidad de la Coruña, responsable de la cátedra de Economía Digital de la EOI y bloguero, Juan Freire; y la directora del Centro de Diversidad del IE Business School y autora del libro La gestión de la diversidad en la organización global, Celia de Anca. Para Anca el reto de la empresa es dar con los diferentes ritmos que se dan en ella, lo que requerirá un proceso lento. Por su parte, Freire afirmó que cada vez estamos inmersos en sistemas más complejos y diversos, cuyo conocimiento es más fragmentario.
Muy de acuerdo.
ResponderEliminarA ver si es verdad que pronto competimos por los inmigrantes que más nos pueden aportar, en vez de intentar desembarazarnos de ellos y considerarlos sólo cualitativamente como una masa indiferenciada.
Y a ver si es verdad que en los partidos políticos sucede lo mismo, y a quienes tienen bagajes personales divergentes de la norma también se les escucha. No hace falta que sean inmigrantes para salirse de la norma. Con que sean jóvenes ya puede considerárseles "de una cultura diferente", en este caso.