Esto ocurre mucho en la vida. La dirección te obliga a ir en un sentido, aunque la salida está en el contrario. Yo fuí un poco rebelde y no hice caso a la obligación. En general, ante la duda, suelo tomar el camino de la izquierda. En este caso. mi decisión fue la contraria.
FOTO REALIZADA EL LUNES 19 DE ENERO DE 2008 (10 HORAS) en parking de Centro Comercial 3C de Tres Cantos (Madrid)
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La vida nos manda en una dirección, y solemos hacerla caso. Lo bueno, suele quedar en la otra. Pero el miedo al riesgo, la pereza, la intranquilidad nos invita a aferrarnos al camino marcado y no probar alternativas. Enhorabuena por la decisión. Arriesgaste. Seguro que lo haces en todo.
ResponderEliminarLo comparto y lo agradezco. Aunque la decisión sea errónea; creo que uno debe decidir, apostar, dudar, pensar,...
ResponderEliminarLo contrario es dejarte llevar por la corriente. En el camino y nuestras decisiones se encuentra el aprendizaje.
gracias,