Ir al contenido principal

Los países más 'felices' del mundo son ecológicos.




España logra el puesto 76 en el Índice de Felicidad del Planeta, que destaca la importancia del medio ambiente para el desarrollo humano.
Costa Rica es el país más "rico" del mundo, España ocupa el puesto 76 en este ranking y Estados Unidos, el 114. Al menos, según el denominado Índice de Felicidad del Planeta (HPI). Sus responsables, una ONG de economistas británicos, quieren demostrar que el modelo de desarrollo actual basado en la sobreexplotación de los recursos naturales es insostenible y, además, no hace más felices a los ciudadanos.

El HPI, basado la esperanza de vida, el índice de felicidad de sus habitantes y la huella ecológica, señala que ningún país logra resultados del todo satisfactorios y, por tanto, reclama un cambio económico basado en el respeto al medio ambiente y la felicidad de los seres humanos. El Índice de Felicidad del Planeta (HPI) refleja además que un alto nivel de consumo de recursos, y por tanto de impacto ambiental, no favorece un alto nivel de bienestar humano.

Su objetivo es proponer una alternativa a indicadores convencionales de la riqueza de un país, como el Producto Interior Bruto (PIB), y priorizar el elemento ambiental y el desarrollo sostenible para garantizar el bienestar de un país y sus ciudadanos. La NEF explica que el modelo actual de progreso es un mito que el planeta y sus habitantes no pueden mantener. Este hecho, según estos expertos, queda más en evidencia durante la crisis económica, que debe enfocarse como una oportunidad de cambio.
COSTA RICA ES EL MÁS "FELIZ" DEL MUNDO, ESPAÑA EL 76º.
El HPI evalua a 143 países de todo el mundo y un ranking y un mapa con colores muestran las diferencias entre ellos. El color verde señala los indicadores positivos, con una gama decreciente que pasa por el amarillo y el naranja hasta llegar al rojo (los peores datos). Ningún país alcanza el objetivo idóneo en el que sus ciudadanos tienen una vida feliz y larga sin sobreexplotar los recursos naturales, pero algunos están más cerca que otros de lograrlo. En el top diez se encuentran Costa Rica, con un HPI de 76,1 sobre 100, República Dominicana (71,8), Jamaica (70,1), Guatemala (68,4), Vietnam (66,5), Colombia (66,1), Cuba (65,7), El Salvador (61,5), Brasil (61) y Honduras (61).
Los países considerados de forma convencional más desarrollados del mundo aparecen bastante más abajo. Holanda logra el puesto 43 con 50,6, Alemania el puesto 51 con 48,1, al igual que Suiza (puesto 52) y Suecia, un puesto más abajo, con 48 puntos. Estados Unidos, con 30,7, cae al puesto 114.
España alcanza el puesto 76 con 43,2 puntos. Este mal resultado se obtiene por su alta huella ecológica, ya que los demás valores (esperanza de vida, con 80,5 años, y satisfacción personal, con 7,6) son satisfactorios (color verde).
CÓMO SE CALCULA EL HPI Y OTROS INDICADORES DE FELICIDAD Y MEDIO AMBIENTE.
El HPI se basa en varios indicadores: la esperanza de vida, el índice de satisfacción personal y la huella ecológica. Sus resultados enseñan la eficiencia relativa con que los países convierten los finitos recursos naturales en vidas largas y felices para sus ciudadanos.
Sus responsables reconocen que el concepto de felicidad es complejo e incluye aspectos como sentirse bien con uno mismo y con los demás, sentirse parte de un grupo familiar y social, tener recursos suficientes para vivir, un determinado nivel educativo y cultural, etc. La NEF se basa en varios indicadores de otras instituciones, como la Gallup World Poll, la World Values Survey, la Global Footprint Network o los Informes de Desarollo Humano de Naciones Unidas.
El HPI ha influido en el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (Defra) del Gobierno del Reino Unido en sus indicadores de desarrollo sostenible, o en el Índice de sostenibilidad Caerphilly del Condado de Borough (Gales).

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Qué tienen en común Einstein, Newton, DaVinci, Tesla y Edison?

RESPUESTA: EL VEGETARIANISMO. Eminentes científicos e inventores a favor del vegetarianismo Con el fin de ayudar a preservar los recursos naturales de nuestro planeta, muchos de los más grandes pensadores del mundo y científicos a través de la historia, han observado una dieta vegetariana y han afirmado la necesidad de ésta desde el punto de vista tanto moral como lógico.  Por ejemplo, Sir Isaac Newton, “el padre de la física”, y Leonardo Da Vinci, un científico de medio tiempo, quien hizo importantes descubrimientos en hidráulica, óptica y mecánica, fueron ambos vegetarianos. De hecho, Da Vinci era tan ferviente acerca del vegetarianismo que compraba pollos enjaulados y los liberaba. Además, Srinivasa Ramanujan (1887-1920), considerado el más grande matemático de los últimos 1000 años, también era vegetariano.                                             Otro entusiasta vegetariano, el gran inventor, físico e ingeniero Nikola Tesla (1856-1943), qui

MEDITACIÓN vs. ENFERMEDAD

  Millones de personas advierten que la meditación es una herramienta accesible y diseñada para mitigar la espesura mental y vivir de forma más ligera –y por lo tanto grata. Sin embargo múltiples estudios recientes, entre ellos uno de la Universidad de Ciencias de la Salud de Georgia, sugieren que los beneficios de la meditación se extienden más allá del reino emocional o psicoespiritual y que puede ser uno de nuestros grandes aliados en cuestiones de salud física.  Dicho estudio consistió en entrenar en meditación trascendental a 62 adolescentes con problemas de hipertensión e instruirlos a practicar dos veces al día, por períodos de 15 minutos. En contraste, a otro grupo se le proporcionó muy poca información y estrategias para disminuir el ritmo de su presión arterial y el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Los resultados mostraron una reducción significativa de la masa ventricular izquierda en los pacientes que practicaron meditación, haciendo que el corazón pudiera bo

Albert Einstein y el budismo

Albert Einstein dijo en cierta ocasión que, a su juicio, el budismo era la única religión compatible con la ciencia. El budismo es una religión con actitud científica, a pesar de que muchos budistas puedan no tenerla. El Buda no es un Dios, sino un sabio, un Einstein de lo espiritual que vivió hace 2500 años. Mediante la reflexión y la meditación, descubrió verdades importantes, leyes del mundo interior, de la misma manera que los físicos han descubierto algunas del mundo exterior, las leyes de la física. Eminentemente práctico, el Buda no se entretenía en discusiones teóricas acerca de la existencia o inexistencia de un Dios personal, sino que ofreció una solución para el sufrimiento humano, que había nacido de su propia comprensión de la naturaleza de la realidad. Sentado bajo un árbol, el árbol del bodhi, alcanzó la iluminación, comprendió la naturaleza vacía de los fenómenos, entendió la raíz del sufrimiento y se decidió a compartir con sus semejantes lo que había descubierto.