Para escuchar en estos días de lluvia, recomiendo encarecidamente este nuevo descubrimiento musical, al menos para mí, llamado Joanna Newsom.
Frágil, bella y misteriosa, con 29 años recién cumplidos Joanna Newsom representa el futuro más prometedor de la música intimista y de vanguardia actual. Su triple disco 'Have one on me' renovó el año pasado las corrientes de entusiasmo e histeria que había generado en 2006 el aclamado 'Ys'. Tras su paso por Francia, Portugal, Barcelona y Vigo durante este mes de enero, la noche del jueves 27 brindó en Madrid su última actuación en Europa (exceptuando un concierto en Budapest el sábado 29 de enero) confirmada para 2011.
El 'show' había generado tal expectación que las entradas estaban agotadas desde hace dos semanas. Al parecer, la joven huye de las entrevistas (de la vida social en general) y prefiere el refugio de la naturaleza y de la soledad. Oriunda de Nevada City, una recóndita localidad de California donde también nació la cantante folk Alela Diane, nuestra protagonista creció en un entorno familiar, artístico y bohemio. Sin televisión, pero, eso sí, con arpa y piano propios desde los cinco años. Quién lo diría según afirman los que la vieron en directo, bromeando y riendo, compartiendo miradas cómplices con los músicos de su banda de acompañamiento.
El arpa es el elemento diferencial de su sonido, que no es 'folk' ni 'pop', pero tampoco música contemporánea. Dos, que su voz ha de tratarse como otro instrumento más; unas veces débil maullido élfico, otras, cántico poderoso. Y tres, que su propuesta repele o embriaga; no hay término medio. La música que suena es tan hipnótica y compleja, que sólo hay dos maneras de escucharla: echando una cabezadita o recibiendo descargas de excitación por todo el cuerpo.
Comentarios
Publicar un comentario